miércoles, 12 de marzo de 2014
Diente de León: medicinal y nutritivo
El diente de león es esa plantita pequeña que, si la soplas, salen volando pequeños pedacitos de la misma como si fuera una pelusilla. También tiene unas flores amarillas muy características. Pero, ¿sabes para qué sirve el diente de león? Tiene múltiples beneficios para la salud, y puede consumirse como tintura o como té.
El diente de león se utiliza a menudo para curar problemas del hígado, especialmente si se consume en forma de té o sopa de las raíces de la planta. Congestión hepática crónica, cirrosis y cálculos en el hígado son algunas de las cosas que se pueden sanar gracias al diente de león.
El diente de león también es ideal para mejorar problemas del sistema digestivo: pérdida de apetito, dolor de estómago, úlceras estomacales, gases intestinales. También se utiliza como diurético y laxante para eliminar las toxinas y prevenir el estreñimiento. Es un excelente tónico digestivo, así que no dudes en utilizarlo si te has pasado con la comida.
Si tenemos en cuenta las propiedades nutritivas, es una planta con bajas calorías pero gran cantidad de fibra. También es una de las fuentes más grandes de vitamina A y flavonoides -especialmente carotenos-. Además, es rico en varios minerales como el potasio, magnesio, calcio, hierro y manganeso; contiene ácido fólico, vitamina C, K y E. Todo esto ayuda a mantener el cuerpo saludable en general, a fortalecer el sistema inmunológico y prevenir diversidad de enfermedades: desde una gripe hasta la diabetes, o el cáncer.
El diente de león utilizado de forma tópica permite reducir el dolor de las quemaduras y picaduras, reduciendo también la inflamación. Por estas propiedades antiinflamatorias es ideal para tratar el dolor en las articulaciones causado por el ejercicio o algunas enfermedades como la artritis. Además, tiene efecto antimicrobiano, por lo que es ideal para aliviar y curar problemas de la piel como el eczema.
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