sábado, 19 de abril de 2014

Leches vegetales: una agradable manera de obtener nutrientes.

Quinua, almendras, ajonjolí, arroz y hasta alpiste son algunas de las variedades de cereales y frutos secos que se utilizan para hacer leche. Entiéndase leche no como el lácteo extraído de la hembra de los mamíferos, sino como el “jugo blanco obtenido de algunas plantas, frutos o semillas”, como lo afirma la Real Academia Española.
Bien sea por la intolerancia a la lactosa (se dice que el 75 por ciento de la población mundial sufre de ella) u otros temas médicos, como la diabetes o el colesterol alto, o porque la ola de comida orgánica y saludable es arrolladora en occidente, el consumo de estas leches vegetales ha aumentado. Y no solo para los que deciden ser vegetarianos o veganos, sino en las familias está como segunda opción de ‘la blanca de siempre’ o incluso la han desbancado.
“La idea no es satanizar la leche animal”, opina la actriz Margarita Ortega, experta en alimentación natural, “pero sí que la gente se arriesgue a experimentar con las leches vegetales por todas las propiedades y beneficios que tiene en la salud. Son una buena opción, más si se tiene curiosidad de nuevos sabores”. No es decir que la leche vegetal es superior a otras, pero sí que tiene algunas características que de pronto las demás no ofrecen –y viceversa–: “Las derivadas de cereales contienen fibra y no son alergénicas, pero comparadas con la leche materna no contienen todos los nutrientes de estas”, explica Alicia Cleves, nutricionista dietista y directora del Centro de Nutrición y Medicina Integral. “Mientras que las de frutos secos contienen un alto aporte de ácidos grasos esenciales en comparación con la leche de vaca, que aporta más proteína y grasa que las vegetales”.
No es moda, tienen historia Desde 1226 se habla de las leches vegetales, específicamente la de almendras. Así lo afirma la investigación Historia de la leche de soya y otras leches sin lactosa (1226-2013), del Soy Info Center de California. Dicen los investigadores William Shurtleff y Akiko Aoyagi, que esta leche es mencionada en un libro tradicional de cocina de Bagdad llamado Kitab al-Tabikh de ese año. En el texto de los californianos, que se puede encontrar en la web, afirman que si bien es tan antigua en oriente, en occidente se viene a hablar de ella en forma solo hasta comienzo de 1900 y toma popularidad en las décadas de los 70 y 80 en Estados Unidos.
Tipos de leches y beneficios * Almendras: rica en calcio, y aporta vitaminas B y E. * Alpiste: baja en sodio y mucha vitamina E. * Ajonjolí: muy digestiva y buena para la piel. * Arroz: rica en proteínas. * Avellana: baja en sodio, alta en grasas buenas. * Avena: alta en fibra. * Coco: rica en fibra y selenio. * Nuez: contiene antioxidantes y mejora la circulación. * Quinua: aporta vitamina A y vitamina E. * Soya: la más popular. Ayuda a disminuir el colesterol.
Cómo hacer su propia leche vegetal en casa Ingredientes: 1 taza de frutos secos (cualquiera que se escoja: almendras, marañones...etc) 1 litro de agua Preparación: Deje remojar los frutos secos durante la noche y al día siguiente se pasan por la licuadora en el litro de agua. Se deben colar por un cedazo o colador de tela, y listo. Se endulza si se desea, ojalá con un endulzante natural como miel de abejas, de agave o estevia, y se le puede agregar un poco de canela o de vainilla. Este litro de leche vegetal dura en la nevera tres días.

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